jueves, 7 de septiembre de 2017

Día 8: Hacia Blois por el Loira

Nos despertamos hoy en una carpa distinta. Extrañamente, resultó ser bastante más cómoda (al menos para mi que ya compartía la carpa anterior con Sergio) y eso, en conjunto con la falta de lluvia y frío, me permite un buen descanso. Sigue un desayuno de barritas de proteína (a estas alturas tenemos como 6 o 7 tipos distintos) y el buen café del camping (su único crimen es estar un poco frío).

Mientras alistamos todo para salir hacia el oeste, hacia Blois aparentemente, revisamos el estado de nuestras reparaciones. Nada funciona bien. La "soldadura en frío" es un desastre y el duct tape no tiene nuevas sorpresas. Nuestra única opción es la nueva carpa o una similar. Preguntamos a los encargados del camping si podrían vendernos la carpa pero insisten que es un regalo. En serio, y no sólo por este gesto, recomiendo mucho al camping Olivet, es un muy buen sitio con muy buena gente.

Salimos relativamente temprano; nuestro destino del día (Blois, me gusta decir el nombre no sé por qué) no está muy lejos para nuestros estándares (sólo 60 km) así que podemos tomarnos nuestro tiempo y parar en el camino en teoría. Resulta que el Loira está lleno de castillos. Mira ve.

Antes de seguir con la parte del recorrido, debo darles el mérito a los loirenses; tienen un muy buen sistema de ciclo vías a lo largo del río. Esto hace muy fácil el viaje entre ciudades y entre castillos. Bonus point: muchos campings están en el recorrido o cerca de estos caminos (pero no a los que vamos nosotros). Las ciclo vías, además, son escenarios de ocurrencias más o menos extrañas. Nada demasiado raro pero a veces daba la impresión de que salíamos de la realidad normal. Ya verán.

Salimos por fin de Olivet con la mañana fría pero despejada. Vamos solamente hacia el oeste y el sol, que por ahora nos queda en la espalda, me hace agradecer la compra del bloqueador.

Primera parada: Meung-sur-Loire. llegamos sin incidencia, el camino por ahora es normal. Es una bonita ciudad sobre la margen norte del Loira. Tiene un buen castillo y no hay tantos turistas. Le doy al castillo un 7/10 en la escala AOE (Age of Empires), parece sólido y asediable. Tomamos las fotos de rigor y partimos, vemos el mapa y sigue Beaugency.

Más o menos por acá comienzan las rarezas. Lo primero que pasa es que pasamos en el camino como tres veces a la misma pareja de ingleses en bicicleta. Hasta ellos se dan cuenta y nos sonríen incómodos. Ninguno de los dos grupo sabe muy bien qué pasa. Seguimos un poco y nos encontramos con una feria / circo / laberinto de maíz en medio del camino. Parece algo sacado de Monkey Island.

Finalmente llegamos a Beaugency. La ciudad es un poco de que Meung y tiene un castillo un poco mejor (8/10 AOE). Damos una vuelta como quien descansa y comemos una barrita con plátano. Nos encontramos con la estatua de Juana de Arco y obligatoriamente nos tomamos fotos (ya estuvimos en su casa). Nos encontramos de nuevo con los ingleses y nos vamos.

Vemos el mapa y, como todavía es más o menos temprano (Blois no estaba tan lejos, ¿recuerdan?) decidimos desviarnos a Chambord, uno de los castillos fotogénicos y más turísticos. Seguimos el río, pasamos cerca de una central nuclear y algunas casas de "gente de río", supongo. Todo parece un poco surreal, especialmente por lo aislado que está el camino.

Chambord no está sobre el Loira (creo que los castillos más cheveres no lo están, quizás para alejarse de la gente) así que doblamos hacia el sur y nos metemos por unas ciclo vías secundarias. Llegamos hasta los letreros del castillo y paramos a revisar el camino correcto porque hay un letrero de "no bicicletas" frente a nosotros. Acordamos el camino, partimos y, de pronto, Sergio y yo nos damos cuenta de que Franco no está. Literalmente desapareció. Estamos en un campo bastante abierto así que creo que solo atinamos a mirarnos como por 15 minutos. Lo llamamos pero no entra la señal. "La primera víctima de la ciclo vía" pienso acordandome de Stranger Things. Le mandamos un mensaje diciendo que estamos en el castillo y, después de esperarlo como 10 minutos, aparece. Aún no hay explicaciones satisfactorias.

El castillo de Chambord es interesante. No lo pongo en la escala AOE porque es más como una mansión enorme que un castillo. Al menos tiene una especie de foso y jardines bonitos. Hay muchísimos turistas, incluyendo un grupo de chinos en bicicleta. Nos tomamos fotos con los hermanos y el castillo, llenamos el agua y nos vamos a Blois. Es nuestra primera interacción directa con el Loira turístico.

Camino a Blois no pasa mucho (andamos por carreteras y no por LA ciclo vía) y llegamos a la ciudad rápidamente con ganas de almorzar. Decidimos, como es costumbre, buscar la plaza o similar cerca de la catedral y nos damos cuenta entonces de que la catedral está como 50 metros encima de nosotros. Las calles que suben son, por decir algo, empinadas. Metemos carácter y subímos. Al final, la catedral tiene como un patio y jardines que mirando por sobre la ciudad. La subida vale la pena completamente. Comemos nuestro clásico pan con queso y jamón serrano (con su aceite de oliva más) y vemos un rato la ciudad. Blois es estéticamente agradable. Los edificios mantienen todos sus techos típicos y la catedral y el castillo le dan un buen carácter. Todo está lleno de subidas y bajadas. Después de almorzar, tomamos un café y tarte tatin al paso y, después de una vuelta rápida por el castillo (6/10 AOE), nos vamos a buscar el camping.

En la mañana, antes de partir, habíamos buscado campings cercanos y con buen rating. Propuse "La Grande Tortue" , más que nada por el nombre (Franco no creía que era la gran tortuga) pero no nos fijamos que tan lejos estaba. A estas alturas ya llevábamos como 70 km recorridos. Resulta que el camping está 19 km más lejos. Llamamos y nos avisan que cierran a las 7. Son las 5 y 20. Salimos corriendo (o bueno montando bicicleta muy rápidamente).

Es en este punto, atardeciendo, en que la surrealidad del camino de empieza a degenerar. Decidimos que, por el apuro, ponernos en manos de Google y partimos por caminos no muy bien señalizados. A continuación la lista de cosas que nos encontramos (mientras nos perdemos como 3 veces):

- un campamento de gitanos (o al menos eso creemos) que parece sacado de Snatch. Son un montón de casas rodantes con tendido eléctrico, lavadoras, etc.

- un hombre sin camisa fuera de su cabaña en medio de la nada escuchando música electrónica rusa y baila con su perro (nos cuestionamos si este es un miércoles promedio para él)

- un carro que nos sigue saliendo del campamento gitano pero nos deja de seguir llegando al pueblo

Un poco cansados, llegamos al camping, que tiene en la entrada una pileta con una tortuga gigante (te dije) y encontramos la recepción abierta. Son las 6 y 50. Nos dejan escoger cualquier lugar y nos instalamos. El camping es grande y tiene piscina, bar, tienda, restaurante, etc. El plan es armar la carpa, bañarse y tomar cerveza. Se cumple a cabalidad y terminamos jugando coup con buenas cerezas. Cantamos cumpleaños en español a una niña que lo celebraba y nos quedamos conversando con el barman (que habla muy buen español y, por alguna razón, tiene unas piernas de maniquí sueltas con las que fastidia a Franco).

Después de un día completo, nos vamos a dormir. Mañana toca Tours y el final del viaje.

-Alfonso

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Me siento obligado a hacer una corrección importante: el refrigerio de Beaugency fue de pan de cereales con plátano y NO de barrita con plátano.

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  3. Qué lindo y original recorrido...!
    Bueno el comentario.
    No sabías de los castillos del Loira????

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