domingo, 10 de septiembre de 2017

Día 12: Callejeando pueblitos

El día amaneció mojado. Hizo frío. Bastante frío. En algún momento de la noche tuve que ponerme pantalón y luego doble media. Aún así lo sentí.

Esto y el hecho de que algunos de mis compañeros de camping habían decidido hacer fiesta toda la noche con reguetón de hace 15 años contribuyó a que mi noche no fuese espléndida. Decidí combatirlo durmiendo una hora más. Bueno, no fue tanto una decisión como una observación cuando me desperté a las 7:00 AM.

Decidí dar como ofrenda al hombre de la recepción la carpa grande. Él decidió hacer el regalo a los peregrinos que no llegan con carpa (qué clase deperegrinos son esos, me pregunté para mi).

Mención rápida a los camping que hemos estado. Han sido todos absurdamente baratos. De media pagamos 7 euros por persona, creo. Por esta noche pagué 5,20. Las prestaciones varían considerablemente entre un sitio y otro pero todos tienen: duchas con agua caliente, algún tipo de inodoro, lavabos con enchufe (que usamos para cargar teléfonos y baterías externas). Otros llegan a tener bares, tiendas, piscinas, mesa de ping-pong.

Después de eso, decidí tomar un segundo desayuno en el pueblo para diseñar lo que sería la ruta de hoy. Objetivo: Cognac. Descubrí que las carreteras no ayudan en nada. Tendría que tomar como 5 carreteras distintas (y esto es sin hacer caso a Google, que, para variar, recomienda directamente hacer mi propio camino a campo traviesa). Doy con un camino que, aunque no muy recto, parece cómodo y con no muchas subidas.

Esto a diferencia del día 11, donde todo el camino fue una sola carretera en línea recta. Por un lado es cómodo ir rápido por una sola carretera porque no hay que parar a revisar el rumbo y es eficiente. Por otro lado, tienes coches pasándote con frecuencia y suelen ir rápido. Y no puedes parar en cualquier lugar.

Luego del segundo desayuno, fui al supermercado a comprar comida para hoy. La ruta empezó recién como a las 9:50.

El camino estuvo bastante tranquilo. Felizmente no tuve que revisar la ruta demasiado porque intenté que el camino fuera lo más constante posible. Pasé por algunas iglesias bonitas y, siendo domingo, decidí tomar fotos a los feligreses entrando. Pero solo las iglesias que me gustaron. La bicicleta para escala. 

Almorcé en la plaza vacía de uno de estos pueblos. Fue aquí que mi bicicleta cayó de lado por el viento por segunda vez en el viaje. Esto fue más de lo que el espejo retrovisor podía aguantar y explotó.

Llegué con tiempo a Cognac, como a las 17:30, dispuesto a conocer la ciudad después de dejar mis cosas en el camping. Para mi desgracia, el camping cerraba hoy. Me mandaron a otro a 10 km. El camino me lo vendieron como "es un camino de bicicleta al lado del río, muy fácil".

Para empezar, estaba lleno de peatones y ciclistas lentos. justo igual que Madrid - Río pero con la acera de un cuarto del tamaño.
Luego, la parte del camino con menos gente estaba tan llena de lodo y plantas que parecía motocross. Heridas fueron hechas. Tuve que pasar por encima de un árbol caído (esto traerá algunos recuerdos a los hermanos).

Finalmente encontré un camping al lado del río, tranquilo. De hecho, tan tranquilo que nadie lo atiende. Tuve que llamar para que una hora después llegaran a cobrarme. Felizmente, el hombre me dio consejo sobre rutas para mañana. Parece que ya no haré callejeros.

También se me ha acabado una de las dos camping gas que comprarmos.

Me estoy quedando dormido.

Ah! Por alguna razón todos los nombres de los pueblos acabam en "sac" por aquí. 


2 comentarios:

  1. Beberas el cognac en Cognac? Mas te vale. Sacale el fua!

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  2. Querido Franco, se van complicando las cosas a veces pero felizmente las vas solucionando y aprendiendo en el camino....
    Además lo bueno es que a pesar de ello, hay cosas bellas en el camino que justifican cualquier malestar. Guarda las demás fotos que ya habrá tiempo de verlas y apreciar el lindo viaje que estás haciendo en otra perspectiva.
    Un beso

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